Conozca la iglesia de Cristo

.....y Conocereis la verdad y la verdad os hara libres

S t a r t B i b l e P u b l i c a t i o n s

LA IGLESIA SOSTIENE QUE EL REINO DE DIOS FUE ESTABLECIDO EN PENTECOSTES, EN EL AÑO 33 D.C.

Por M. H. Tucker

Junto con la redención en Cristo, el reino es el tema más sobresaliente en la Biblia. Ambos están tan relacionados entre sí que el interpretarlos mal implica malinterpretar muchas cosas de la Biblia.

Muchas teorías caprichosas acerca del reino de Dios han sido hilvanadas por hombres que sólo obscurecen su naturaleza real. Una de las más destacadas afirma que el reino no ha sido establecido, pero que lo será cuando Cristo regrese. En esa época, dicen ellos, Cristo gobernará en un trono real en Jerusalén durante mil años. Además, esta teoría declara que el reino y la iglesia no son una misma institución; que la iglesia fue algo añadido como una ocurrencia tardía porque el reino fue rechazado cuando Cristo intentó establecerlo durante su primera venida. Esta teoría se conoce comúnmente como premilenialismo.

EL REINO Y LA IGLESIA

El reino y la iglesia son una misma institución. Las dos palabras expresan diferentes aspectos de esa institución al igual que las palabras "cuerpo" (Efesios 1:22-23) y "casa" (1 Tim. 3:15) expresan diferentes aspectos de la iglesia. Las siguientes reflexiones demuestran que el reino y la iglesia son lo mismo.

(1) Jesús utilizaba las palabras indistintamente. En Mateo 16:18 él dijo, "Edificaré mi iglesia". Al mismo tiempo dijo, "A tí te daré las llaves del reino" (Mateo 16:19). Si los dos no son lo mismo, Cristo edificó una cosa, pero dió a Pedro las llaves de otra cosa. Si el reino no ha sido establecido, Pedro y los otros apóstoles nunca han usado las llaves, y uno se pregunta ¿para qué se las dieron?

(2) La Cena del Señor iba a ser en el reino. Cuando Cristo instituyó la cena del Señor, dijo, "Les asigno un reino como mi Padre me lo ha asignado; para que comáis y bebáis a mi mesa en mi reino" (Lucas 22:29-30). Sin embargo, en la iglesia en Corinto se participaba en la cena del Señor (1 Cor. 11:17-30), y en la iglesia en Troas (Hechos 20:7). Toda vez que la cena del Señor que debía estar en el reino se celebraba en la iglesia, el reino y la iglesia deben ser lo mismo.

(3) La semilla produce súbditos del reino y miembros de la iglesia. En la parábola del sembrador, Jesús llamó la palabra de Dios la "palabra del reino" (Mateo 13:19). En Lucas 8:11 la palabra de Dios es llamada la "semilla". Cuando la semilla o la palabra del reino fue recibida por corazones honestos produjo súbditos del reino. Sin embargo, cuando la misma semilla fue recibida por los corintios, ella produjo miembros de la iglesia. "Muchos de los corintios, oyendo, creían y eran bautizados" (Hechos 18:8). Más tarde, cuando Pablo escribió a esos cristianos les llamó "la iglesia de Dios que está en Corinto" (1 Cor. 1:2). Dios decretó que la semilla debe dar fruto según su género (Génesis 1:11). Toda vez que la palabra de Dios, la semilla, produce súbditos del reino y miembros de la iglesia, y como la semilla producirá el mismo fruto, de esto se deduce que ser miembro de la iglesia es igual que ser súbdito del reino.

(4) Después del día de Pentecostés se habla del reino y de la iglesia como de una realidad presente. Hechos 2 es el punto sobre el cual gira la historia de la Biblia. En ese capítulo se registran los acontecimientos del primer día de Pentecostés después de la resurrección de Cristo. Antes de ese capítulo se habla del reino y de la iglesia como de algo futuro. Antes, Cristo había dicho, "Edificaré mi iglesia" (Mateo 16:18). En el último versículo de Hechos 2 leemos que "el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos" (verso 47).

De la misma manera, el reino no era una realidad antes de Hechos 2; existía solo en promesa y profecía. Juan predicó, "el reino se ha acercado" (Mateo 3:1-2). Jesús predicó, "El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado" (Marcos 1:15). Dijo además, "Hay algunos de los que están aquí que no probarán la muerte hasta que vean el reino de Dios cuando haya venido con poder" (Marcos 9:1). Después de Hechos 2, se dice que el reino ya existe. Los miembros de la iglesia en Colosas estaban en el reino. Pablo dijo, "El cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas y trasladado al reino de su amado Hijo" (Col. 1:13). Juan dijo que él estaba en el reino (Apoc. 1:9).

Toda esta evidencia demuestra claramente que la iglesia y el reino son una misma cosa. Si el uno ha estado en existencia desde el año 33 D.C., la otra ha estado en existencia desde entonces.

CRISTO REINA ACTUALMENTE

Como se dijo anteriormente, el premilenialismo enseña que el reino fue ofrecido a los judíos en su primera venida pero fue rechazado. Por tanto, se retiró la oferta y el reino se echó a un lado hasta su segunda venida, en cuyo tiempo comenzará a reinar en un trono terrenal en Jerusalén. Que lo antedicho es falso y que Cristo reina ahora como Rey de Reyes puede verse de lo siguiente:

(1) Cristo no puede reinar en la tierra. Una profecía del Antiguo Testamento declara que ninguna semilla (descendiente) de Conías (Jeconías) prosperará ni logrará sentarse sobre el trono de David, ni reinar sobre Judá" (Jeremías 22:30). La genealogía de Cristo en el primer capítulo de Mateo cataloga a Cristo como descendiente de Jeconías (Mateo 1:12). Siendo Cristo de la simiente de Conías y siendo que ninguna simiente de éste había de reinar en el trono terrenal de David, se deduce que Cristo no puede reinar en el trono de David en la tierra. Esto no prohibe a Cristo reinar sobre el trono de David, sólo le prohibe reinar en el trono de David en la tierra. En Lucas 1:32-33 vemos que "el Señor Dios le dará el trono de su padre David ..." Ahora Cristo reina desde el cielo.

(2) Cristo comenzó a reinar después de su ascención. En el año 33 D.C., después de Pentecostés, Pedro afirma que la profecía de David referente a uno que se sentaría en su trono se cumplió con la resurrección de Cristo. "Pero siendo profeta, y sabiendo que Dios le había asegurado con juramento que de su descendencia, en cuanto a la carne, haría surgir al Cristo para que se sentase en su trono, viéndolo de antemano, habló de la resurrección de Cristo ..." (Hechos 2:30-31).

(3) Cristo dejará de reinar cuando llegue el fin. Contrario al premilenialismo, que afirma que Cristo comenzará a reinar cuando vuelva, la Biblia enseña que él dejará de reinar cuando vuelva. "Después el fin, cuando entregue el reino al Dios y Padre, cuando haya suprimido todo principado, toda autoridad y potencia. Porque es preciso que él reine hasta que haya puesto a todos sus enemigos debajo de sus pies. Y el último enemigo que será suprimido es la muerte" (1 Cor. 15:24-26). (Enfasis nuestro).

El reino de Dios tiene ya casi 2,000 años. Como rey, Cristo gobierna sobre sus súbditos. La iglesia de Cristo tiene 2,000 años y Cristo, como cabeza, dirige a sus miembros. Gracias a Dios que el reino permanecerá para siempre (Daniel 2:44) y que "las puertas del Hades" no prevalecerán contra la iglesia (Mateo 16:18).

PREGUNTAS

Describa la doctrina del premilenialismo.

Explique la idea de que Hechos 2 es el punto central de la Biblia.

Además de la palabra "iglesia", ¿qué otros términos describen al reino?

Diga la fecha, localización geográfica, y el capítulo de la Biblia que describe el comienzo de la iglesia.

Diga dos cosas que van a suceder cuando "llegue el fin".